Preparar los piñones: Tostar los piñones en una sartén sin aceite a fuego medio, moviéndolos constantemente para evitar que se quemen. Reservar.

Desalar el bacalao (si es necesario): Si utilizas bacalao en salazón, déjalo en remojo en agua fría dentro de la nevera durante 48 horas, cambiando el agua 2-3 veces dependiendo del grosor.

Freír el bacalao: Escurre bien los lomos, sécalos con papel absorbente, pásalos ligeramente por harina y fríelos en una sartén con aceite caliente. Colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Resérvalos.

Caramelizar la cebolla: En la misma sartén, añade 3 cucharadas de aceite de oliva y sofríe la cebolla con una pizca de sal a fuego lento, removiendo ocasionalmente, hasta que esté bien caramelizada y dorada (aproximadamente 15-20 minutos). Escurre la cebolla para eliminar el exceso de aceite y resérvala.

Preparar la mayonesa de ajo: En el vaso de la batidora, coloca el diente de ajo sin germen, el huevo, el aceite suave, una pizca de sal y un chorrito de zumo de limón. Introduce la batidora hasta el fondo del vaso y empieza a batir sin moverla hasta que la mezcla empiece a cuajar. Luego, mueve suavemente la batidora en círculos hacia arriba hasta obtener una mayonesa cremosa.

Montaje del plato: En una fuente apta para horno, coloca una capa de cebolla caramelizada como base. Retira la piel de los lomos de bacalao (si no lo hiciste antes) y colócalos sobre la cebolla. Cubre generosamente el bacalao con la mayonesa de ajo.

Gratinar: Coloca la fuente en el horno con el grill activado y, si es posible, con función de aire caliente. Gratina hasta que la mayonesa esté dorada y burbujeante, lo que llevará unos 5-7 minutos.

Servir: Retira del horno, decora con los piñones tostados y sirve inmediatamente. Este plato combina perfectamente con una guarnición de patatas asadas o una ensalada fresca.