Pasta de tomate casera en un tarro de vidrio esterilizado

Introducción

Si alguna vez has probado una pasta de tomate casera, sabes que no hay comparación con las versiones enlatadas del supermercado. Su sabor es más profundo, su textura más sedosa y, lo mejor de todo, no tiene conservantes ni aditivos artificiales. Hacer tu propia pasta de tomate en casa no solo es más saludable, sino que también te permite personalizarla según tus gustos, ajustando la acidez, la consistencia y los condimentos a la perfección.

No necesitas ser un experto en la cocina para lograr una pasta de tomate espectacular. Con unos pocos ingredientes básicos y un poco de paciencia, puedes preparar una receta que realzará cualquier plato, desde una salsa para pasta hasta una base para pizza. Además, esta pasta de tomate se conserva muy bien, lo que significa que puedes hacer una gran cantidad y almacenarla para usarla en cualquier momento.

En este artículo, te guiaré paso a paso en la preparación de una pasta de tomate casera fácil y deliciosa. Vamos a descubrir juntos todos los secretos para lograr una textura espesa, un sabor equilibrado y una conservación perfecta.

¿Por Qué Te Encantará Esta Receta?

Hacer pasta de tomate en casa no solo es un placer, sino que tiene muchas ventajas. Aquí te explico por qué esta receta se convertirá en una de tus favoritas.

Beneficios Clave

  1. Sabor auténtico y casero – Al estar hecha con tomates frescos, el sabor es mucho más intenso y natural.
  2. Sin conservantes ni aditivos – No contiene espesantes ni ingredientes artificiales que pueden afectar su sabor y calidad.
  3. Versátil y personalizable – Puedes ajustar la textura, la acidez y los condimentos a tu gusto.
  4. Económica y práctica – Comprar tomates frescos en temporada es más barato que comprar pasta de tomate comercial, y puedes hacer suficiente para varias recetas.
  5. Ideal para almacenar – Se puede conservar por meses en frascos esterilizados o incluso congelar en porciones.

¿Para Quién Es Esta Receta?

Esta receta es ideal si:

  • Te gusta cocinar con ingredientes frescos y naturales.
  • Quieres reducir el consumo de productos procesados en tu alimentación.
  • Prefieres preparar tu propia pasta de tomate en lugar de comprarla enlatada.
  • Disfrutas de recetas caseras que realzan el sabor de tus platos.
  • Buscas una base perfecta para salsas, guisos y pizzas.

Si te identificas con alguna de estas razones, sigue leyendo porque esta receta es para ti.

Ingredientes para la Pasta de Tomate

Olla con pasta de tomate reduciéndose a fuego lento

La clave para una buena pasta de tomate es usar ingredientes frescos y de calidad. Aquí tienes todo lo que necesitas.

Ingredientes Claves y su Función

  • Tomates maduros (3 kg) – La base de la receta. Se recomienda usar tomates Roma o San Marzano por su bajo contenido de agua y alto nivel de pulpa.
  • Sal (1 cucharada) – Realza los sabores y ayuda a conservar la pasta de tomate por más tiempo.
  • Azúcar (1 cucharadita, opcional) – Equilibra la acidez natural de los tomates.
  • Aceite de oliva (1-2 cucharadas, opcional) – Aporta una textura más sedosa y un sabor más profundo.
  • Jugo de limón (opcional) – Ayuda a conservar el color rojo intenso de la pasta de tomate y mejora su tiempo de almacenamiento.
  • Hoja de laurel (opcional) – Añade un toque aromático sutil que realza el sabor final.

Sustituciones y Consejos

Si no tienes alguno de estos ingredientes o quieres adaptar la receta a tu gusto, aquí tienes algunas sugerencias:

  • Sin azúcar: Puedes omitirlo o sustituirlo por un toque de zanahoria rallada para endulzar naturalmente.
  • Tomates enlatados: En caso de que no tengas tomates frescos, puedes usar tomates en conserva, aunque el resultado no será tan intenso.
  • Más especias: Puedes añadir orégano, tomillo o albahaca para darle un toque extra de sabor.
  • Menos acidez: Si los tomates son demasiado ácidos, prueba agregar un poco más de azúcar o cocinar con una zanahoria pelada entera (que luego se retira).

Herramientas de Cocina Necesarias

Para hacer esta receta con éxito, es importante contar con los utensilios adecuados.

Equipamiento Esencial

  • Olla grande: Necesaria para cocinar los tomates sin que se desborden.
  • Cuchillo y tabla de cortar: Para trocear los tomates antes de cocinarlos.
  • Colador o tamiz: Si prefieres una pasta más fina y sin semillas, será útil para eliminar las impurezas.
  • Batidora de mano o licuadora: Ayuda a obtener una textura homogénea.
  • Tarros de vidrio esterilizados: Para almacenar la pasta de tomate de manera segura y prolongada.

Herramientas Opcionales pero Útiles

  • Procesador de alimentos: Facilita el triturado si prefieres una textura muy fina.
  • Rallador de tomates: Ideal si buscas una textura más rústica sin necesidad de licuar.
  • Embudo para conservas: Ayuda a llenar los tarros sin ensuciar ni desperdiciar la pasta.

Contar con estas herramientas hará que la preparación sea mucho más sencilla y ordenada.

Cómo Hacer Pasta de Tomate Casera – Paso a Paso

Tarros de conserva con pasta de tomate sellada al vacío

Ahora que ya tienes listos los ingredientes y el equipo necesario, es momento de ponernos manos a la obra. La preparación de la pasta de tomate no es complicada, pero sí requiere paciencia para lograr una textura espesa y un sabor bien concentrado.

Sigue estos pasos con calma y verás que el resultado será espectacular.

Paso 1 – Preparar los Tomates

Para empezar, asegúrate de que los tomates estén bien limpios. Lávalos bajo el grifo con agua fría y, si es necesario, frótalos suavemente con un cepillo de verduras para eliminar cualquier residuo de tierra.

Una vez limpios, córtalos en cuartos con un cuchillo afilado. Si prefieres una pasta más fina y sin trozos de piel, puedes pelarlos antes de cocinarlos.

Cómo Pelar los Tomates (Opcional)

Si decides retirar la piel, este es el método más fácil:

  1. Haz una pequeña incisión en forma de cruz en la base de cada tomate.
  2. Ponlos en una olla con agua hirviendo durante 30 segundos.
  3. Retíralos con una espumadera y sumérgelos inmediatamente en un bol con agua fría y hielo.
  4. La piel se despegará con facilidad.

Este paso no es obligatorio, pero si quieres una pasta de tomate muy suave, vale la pena hacerlo.

Paso 2 – Cocinar los Tomates

Una vez listos los tomates, colócalos en una olla grande a fuego medio. No es necesario añadir agua, ya que los tomates soltarán su propio jugo al calentarse.

Revuelve ocasionalmente y deja que se cocinen durante unos 30 a 40 minutos, hasta que los tomates se hayan ablandado por completo.

Consejos para una Cocción Perfecta

  • Si deseas un toque de sabor extra, agrega la hoja de laurel en este punto.
  • Si los tomates son muy ácidos, puedes añadir una cucharadita de azúcar para equilibrar el sabor.
  • No tapes la olla completamente; deja que el vapor escape para que la mezcla se reduzca y espese naturalmente.

Una vez cocidos, retira la hoja de laurel antes de pasar al siguiente paso.

Paso 3 – Triturar y Colar (Opcional)

Ahora que los tomates están bien cocidos, es momento de decidir qué tipo de textura prefieres para tu pasta de tomate.

  • Si te gusta una textura más rústica, simplemente machaca los tomates con un prensador de papas o un tenedor.
  • Si prefieres una textura más homogénea, usa una batidora de mano o una licuadora para triturar la mezcla.
  • Si buscas una pasta completamente suave y sin semillas, pasa la mezcla por un colador o tamiz fino. Esto eliminará cualquier resto de piel o semilla.

Si decides colar la pasta, ayúdate con el reverso de una cuchara para presionar bien y extraer la mayor cantidad de pulpa posible.

Paso 4 – Reducir la Mezcla

Vuelve a colocar la pasta triturada en la olla y ponla a fuego medio-bajo.

Este es uno de los pasos más importantes, ya que aquí se logra la textura espesa característica de la pasta de tomate.

Cocina la mezcla durante 45 a 60 minutos, revolviendo con frecuencia para evitar que se pegue al fondo de la olla.

Cómo Saber Cuándo la Pasta Está Lista

  • La mezcla debe haber reducido su volumen y adquirido una textura más densa.
  • Al pasar una cuchara por el centro de la olla, la pasta debe separarse ligeramente y tardar unos segundos en volver a juntarse.
  • No debe haber exceso de líquido en la superficie.

Si en algún momento la pasta se espesa demasiado, puedes añadir un poco de agua o caldo de verduras para ajustar la consistencia.

Paso 5 – Agregar Aceite de Oliva y Jugo de Limón (Opcional)

Si quieres darle un toque extra de suavidad y sabor, añade el aceite de oliva en este momento.

Revuelve bien para que se integre con la pasta de tomate. Esto le dará un acabado más sedoso y un brillo natural.

Si deseas mejorar la conservación, agrega también el jugo de limón. La acidez del limón ayuda a mantener el color rojo intenso y prolonga el tiempo de almacenamiento.

Paso 6 – Envasado y Conservación

Una vez que la pasta de tomate ha alcanzado la consistencia deseada, es hora de envasarla.

Esterilizar los Tarros de Vidrio

Para asegurarte de que la pasta se conserve en perfectas condiciones, es fundamental usar tarros bien esterilizados. Aquí tienes dos métodos:

  1. En agua hirviendo: Hierve los tarros y sus tapas en una olla grande durante 10 minutos.
  2. En el horno: Coloca los tarros limpios en una bandeja y hornéalos a 100°C durante 10-15 minutos.

Cuando los tarros estén listos, viérteles la pasta de tomate caliente, dejando unos 2 cm de espacio en la parte superior.

Cierra bien con las tapas y colócalos boca abajo durante unos minutos para asegurarte de que se sellen correctamente.

Paso 7 – Sellado al Vacío (Opcional, pero Recomendado)

Si quieres prolongar aún más la vida útil de la pasta de tomate, puedes sellar los tarros al vacío.

Cómo Hacerlo Correctamente

  1. Coloca los tarros bien cerrados en una olla grande con agua caliente.
  2. Asegúrate de que el agua cubra completamente los tarros.
  3. Lleva el agua a ebullición y deja que los tarros hiervan durante 10-15 minutos.
  4. Retíralos con cuidado y déjalos enfriar completamente antes de guardarlos.

Este método ayudará a evitar el crecimiento de bacterias y moho, permitiendo que la pasta de tomate dure hasta 6 meses en un lugar fresco y oscuro.

Consejos para una Pasta de Tomate Perfecta

Tomates frescos cortados en cuartos listos para cocinar

Si quieres que tu pasta de tomate tenga un sabor y textura excepcionales, ten en cuenta estos consejos.

Cómo Evitar que la Pasta Quede Demasiado Ácida

Algunos tomates pueden ser más ácidos que otros, lo que puede afectar el equilibrio de sabores. Aquí tienes algunas formas de corregir esto:

  • Añadir una pizca de azúcar ayuda a neutralizar la acidez sin afectar demasiado el sabor.
  • Usar zanahoria rallada durante la cocción puede aportar dulzura natural sin necesidad de añadir azúcar refinada.
  • Agregar bicarbonato de sodio (una pizca) puede reducir la acidez sin alterar el sabor de la pasta de tomate.

Cómo Ajustar la Textura según tu Preferencia

Dependiendo de cómo quieras usar la pasta de tomate, puedes modificar su consistencia:

  • Para una pasta espesa: Cocina la mezcla por más tiempo a fuego lento sin tapar.
  • Para una pasta más ligera: Agrega un poco de agua o caldo de verduras hasta alcanzar la consistencia deseada.
  • Para una textura extra fina: Usa un colador o un chino para eliminar cualquier resto de piel y semillas.

Cómo Intensificar el Sabor de la Pasta de Tomate

Si quieres darle un toque más aromático, prueba estos ingredientes opcionales:

  • Albahaca fresca o seca – Ideal si vas a usar la pasta en salsas italianas.
  • Orégano y tomillo – Aportan un sabor más profundo y especiado.
  • Ajo asado – Le da un toque dulce y suave a la mezcla.
  • Chile seco o pimienta negra – Si prefieres un sabor más intenso y ligeramente picante.

Recuerda que menos es más. Es mejor añadir los ingredientes poco a poco y probar la mezcla para ajustar los sabores según tu gusto.

Cómo Almacenar la Pasta de Tomate Casera

Una vez que tu pasta de tomate está lista, es fundamental almacenarla correctamente para que dure el mayor tiempo posible sin perder calidad.

A Temperatura Ambiente

Si has seguido el proceso de sellado al vacío, la pasta de tomate se puede conservar en frascos de vidrio en un lugar oscuro y fresco hasta 6 meses.

Consejo: Asegúrate de que los frascos no tengan filtraciones de aire. Si la tapa hace un sonido hueco al presionarla, significa que no se ha sellado correctamente y deberás guardarlo en la nevera.

En la Nevera

Si prefieres no hacer el proceso de sellado al vacío, puedes guardar los frascos en la nevera una vez que la pasta de tomate se haya enfriado.

  • Duración: Hasta 10 días en el frigorífico.
  • Consejo: Usa frascos pequeños para evitar abrir y cerrar un mismo envase varias veces, lo que podría acelerar su deterioro.

En el Congelador

Si quieres conservar la pasta de tomate por más tiempo sin preocuparte por la esterilización de los frascos, el congelador es una excelente opción.

  • Cómo hacerlo:
    • Divide la pasta en porciones pequeñas y colócala en bolsas de congelación o en recipientes herméticos.
    • También puedes congelarla en bandejas para cubitos de hielo y luego transferir los cubos a una bolsa hermética para usar solo la cantidad necesaria en cada ocasión.
  • Duración: Hasta 6 meses en el congelador.
  • Cómo descongelar:
    • Saca la porción deseada y deja que se descongele en la nevera durante unas horas.
    • También puedes calentarla directamente en una sartén a fuego bajo con un poco de agua o aceite de oliva.

Preguntas Frecuentes (FAQs)

A lo largo del tiempo, muchas personas han preguntado sobre la pasta de tomate casera. Aquí tienes algunas de las dudas más comunes y sus respuestas.

¿Qué tipo de tomate es mejor para hacer pasta de tomate?

Los mejores tomates son aquellos con bajo contenido de agua y alto nivel de pulpa, como los tomates Roma, San Marzano o tomates pera. Evita los tomates demasiado jugosos, ya que tardarán más en reducirse y su sabor puede ser menos concentrado.

¿Puedo hacer esta receta sin azúcar?

Sí. El azúcar es opcional y solo se usa para equilibrar la acidez de los tomates. Si quieres evitarlo, puedes añadir una zanahoria rallada durante la cocción para endulzar la pasta de forma natural.

¿Cómo sé si mi pasta de tomate se ha echado a perder?

Algunos signos de que la pasta de tomate ya no es segura para el consumo incluyen:

  • Moho en la superficie.
  • Un olor agrio o fermentado.
  • Cambio de color a tonos marrones o grises.
  • Gas en el frasco al abrirlo (señal de fermentación).

Si notas cualquiera de estos signos, es mejor desechar la pasta.

¿Puedo usar tomates enlatados en lugar de tomates frescos?

Sí, aunque el resultado será diferente. Si decides usar tomates enlatados, elige aquellos sin aditivos ni conservantes. Sin embargo, el sabor será menos intenso que con tomates frescos, por lo que puede ser necesario ajustar la cantidad de sal y azúcar.

¿Puedo hacer esta pasta con otros vegetales?

Definitivamente. Puedes combinar los tomates con pimientos rojos asados para darle un toque más dulce o con cebolla caramelizada para aportar profundidad de sabor.

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Conclusión

Preparar pasta de tomate en casa es más fácil de lo que parece y tiene muchas ventajas. No solo consigues un producto sin conservantes ni aditivos, sino que además puedes personalizar el sabor y la textura según tus preferencias.

Si nunca has probado a hacerla antes, esta es tu oportunidad. Sigue los pasos, experimenta con los ingredientes y encuentra tu versión favorita.

Ahora que conoces todos los secretos para una pasta de tomate casera perfecta, anímate a probarla y cuéntanos cómo te ha salido.

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Pasta de tomate casera en un tarro de vidrio esterilizado

Pasta de Tomate Hecho en Casa


  • Autora: María
  • Tiempo Total: 1 hora 45 minutos
  • Producir: 4 frascos medianos 1x

Descripción

La pasta de tomate casera es una base culinaria versátil que puedes usar en salsas, guisos y pizzas. Con tomates frescos y sin conservantes, esta receta es fácil, saludable y llena de sabor.


Ingredientes

Escala
  • 3 kg de tomates maduros (Roma o San Marzano)
  • 1 cucharada de sal
  • 1 cucharadita de azúcar (opcional)
  • 12 cucharadas de aceite de oliva (opcional)
  • Jugo de 1 limón (opcional)
  • 1 hoja de laurel (opcional)

Instrucciones

  • Preparar los tomates: Lávalos bien y córtalos en cuartos. Si prefieres una textura más suave, pélalos con el método de escaldado.
  • Cocinar: Coloca los tomates en una olla grande a fuego medio y cocina por 30-40 minutos hasta que se ablanden.
  • Triturar y colar: Usa una batidora de mano o un colador para lograr la textura deseada.
  • Reducir: Cocina a fuego bajo por 45-60 minutos hasta que espese.
  • Añadir ingredientes opcionales: Agrega aceite de oliva para suavidad y jugo de limón para conservación.
  • Esterilizar y envasar: Llena tarros de vidrio esterilizados con la pasta caliente y ciérralos bien.
  • Sellar al vacío (opcional): Hervir los tarros cerrados durante 10-15 minutos para prolongar su vida útil.

Notas

  • Puedes ajustar la acidez añadiendo una pizca de azúcar o bicarbonato de sodio.
  • Si prefieres una pasta más espesa, cocina más tiempo sin tapa.
  • Para una textura más fina, pásala por un colador.
  • Tiempo de preparación: 15 minutos
  • Hora de cocinar: 1 hora 30 minutos
  • Category: Salsas y Conservas
  • Method: Cocción a fuego lento
  • Cocina: Mediterránea

Nutrición

  • Calorias: 50 kcal
  • Sodio: 200 mg
  • Fat: 2 g
  • Carbohidratos: 9 g
  • Fiber: 2 g
  • Proteína: 1 g

Palabras clave: Salsa de tomate casera, pasta de tomate natural, puré de tomate hecho en casa, conserva de tomate casero

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