La salsa bechamel es un clásico de la cocina que ha conquistado innumerables platos. Su textura cremosa y su sabor suave la convierten en la compañera ideal de muchas recetas, siendo la lasaña uno de los usos más populares.
Si alguna vez has probado una lasaña con bechamel, sabrás que esta salsa marca la diferencia. Suaviza las capas de pasta, equilibra los sabores y aporta esa cremosidad irresistible que hace que cada bocado sea inolvidable.
En este artículo, descubrirás cómo hacer una salsa bechamel perfecta para tu lasaña, con ingredientes sencillos y técnicas que garantizan el mejor resultado.
¿Por Qué Te Encantará Esta Receta?
Beneficios Clave
- Fácil de hacer: Solo requiere unos pocos ingredientes y pasos simples. No necesitas ser un chef profesional para prepararla con éxito.
- Textura cremosa y suave: Aporta una capa aterciopelada a la lasaña, evitando que quede seca o sin cohesión.
- Versátil: No solo es ideal para lasañas, sino también para gratinados, croquetas y otros platos.
¿Para Quién es Ideal Esta Receta?
- Principiantes en la cocina: No hay técnicas complicadas, solo unos cuantos trucos para asegurarte de que la salsa quede sin grumos.
- Quienes buscan una alternativa a la ricotta: Si prefieres una lasaña sin ricotta o sin queso cottage, la bechamel es la mejor opción.
- Aficionados a la cocina casera: Si te encanta preparar platos con un toque auténtico, esta receta elevará tu lasaña a un nuevo nivel.
Ingredientes para la Salsa Bechamel
Ingredientes Principales
- Mantequilla (50 g): Aporta cremosidad y un sabor delicado.
- Harina de trigo (50 g): Actúa como espesante y es clave para la textura.
- Leche entera (500 ml): La base líquida que da suavidad y equilibrio a la salsa.
- Sal y pimienta blanca al gusto: Resaltan el sabor sin opacar los demás ingredientes.
- Nuez moscada (opcional): Un toque sutil que aporta profundidad y calidez.
Sustituciones y Consejos
- Alternativas sin lactosa: Puedes sustituir la leche entera por leche de almendras o avena sin azúcar, aunque la textura será ligeramente diferente.
- Versión sin gluten: Usa harina de maíz o de arroz en lugar de harina de trigo.
- Ajustes de espesor: Si la salsa queda demasiado espesa, añade un poco más de leche y mezcla bien. Si es demasiado líquida, cocina unos minutos más a fuego bajo hasta que espese.
Utensilios Necesarios
Herramientas Básicas
- Cacerola mediana: Preferiblemente con fondo grueso para evitar que la salsa se queme.
- Batidor de mano o cuchara de madera: Imprescindible para evitar grumos y lograr una mezcla homogénea.
Opcionales pero Útiles
- Tamiz: Ideal para asegurar que la harina se mezcle sin formar grumos.
- Espátula de silicona: Facilita el proceso de remover la salsa sin que se pegue al fondo de la cacerola.
Paso a Paso – Cómo Hacer Salsa Bechamel para Lasaña
Si alguna vez has probado una lasaña con una bechamel perfectamente cremosa, sabrás que este ingrediente marca la diferencia. La clave está en preparar la salsa con paciencia y siguiendo los pasos adecuados. No te preocupes, aquí te explico cada detalle para que consigas una bechamel suave, sin grumos y con la consistencia ideal.
Paso 1: Derretir la Mantequilla
El primer paso para una bechamel perfecta es derretir la mantequilla sin que se queme.
Cómo hacerlo correctamente
- Usa una cacerola de fondo grueso para distribuir el calor de manera uniforme.
- Pon la mantequilla a fuego medio-bajo y deja que se derrita lentamente.
- Remueve con una cuchara de madera para evitar que se adhiera al fondo de la cacerola.
Consejos para evitar que la mantequilla se queme
- No uses un fuego demasiado alto, ya que la mantequilla puede dorarse y cambiar el sabor de la salsa.
- Si la mantequilla empieza a burbujear en exceso o a cambiar de color rápidamente, retírala del fuego y baja la temperatura antes de continuar.
- Si prefieres una opción más estable, puedes usar una mezcla de mantequilla y aceite de oliva para evitar que se queme demasiado rápido.
Paso 2: Preparar el Roux
El roux es la mezcla de mantequilla y harina que da espesor a la bechamel. Es fundamental cocinarlo bien para que la salsa no tenga sabor a harina cruda.
Cómo integrar la harina correctamente
- Una vez derretida la mantequilla, añade la harina de trigo de golpe.
- Mezcla rápidamente con un batidor de mano o una cuchara de madera hasta que se forme una pasta homogénea.
- Cocina durante 1-2 minutos a fuego medio, removiendo constantemente para evitar que la harina se queme.
Tiempo de cocción ideal
- Si el roux se cocina menos de un minuto, la salsa tendrá un sabor a harina cruda.
- Si se cocina demasiado, puede oscurecerse y cambiar el color y sabor de la bechamel.
- Lo ideal es que el roux tenga un color ligeramente dorado y una textura arenosa.
Paso 3: Agregar la Leche
Este es el paso más delicado, ya que aquí es donde suelen formarse grumos. Pero con la técnica adecuada, conseguirás una salsa completamente lisa.
Técnicas para evitar grumos
- Añade la leche poco a poco, comenzando con un chorro pequeño mientras remueves enérgicamente con un batidor de mano.
- Sigue añadiendo la leche en pequeñas cantidades, sin dejar de batir, hasta incorporar todo el líquido.
- Si notas que se forman grumos, usa un batidor de varillas para deshacerlos antes de que la salsa espese demasiado.
Cómo batir para lograr una textura homogénea
- Usa movimientos circulares y constantes con el batidor de mano.
- Si después de agregar toda la leche notas algunos grumos, pasa la mezcla por un colador antes de continuar la cocción.
Paso 4: Cocinar la Salsa
Aquí es donde la bechamel comienza a espesar y a tomar su textura final.
Indicadores de que la salsa ha espesado lo suficiente
- La mezcla se adhiere al dorso de una cuchara y al pasar un dedo, queda un surco limpio.
- La textura es cremosa, sin grumos ni separación de ingredientes.
Qué hacer si la salsa queda muy líquida o espesa
- Si está demasiado líquida: Cocina unos minutos más a fuego medio-bajo, removiendo constantemente.
- Si está demasiado espesa: Añade un poco más de leche caliente, de una cucharada en una cucharada, hasta obtener la consistencia deseada.
Paso 5: Sazonar y Ajustar el Sabor
La bechamel es una salsa sencilla, pero el toque final con los condimentos marca la diferencia.
Cómo equilibrar la sal y la pimienta
- Añade la sal poco a poco, probando a medida que integras los ingredientes.
- Usa pimienta blanca en lugar de negra para mantener el color claro de la salsa.
Uso opcional de nuez moscada y otros condimentos
- La nuez moscada aporta un aroma cálido y elegante. Usa solo una pizca para no sobrecargar el sabor.
- Si quieres una versión más intensa, puedes añadir una hoja de laurel mientras la salsa hierve y retirarla antes de usar la bechamel.
Paso 6: Usar la Salsa en Lasaña
Ya tienes lista tu bechamel, ahora es momento de incorporarla a la lasaña para lograr un plato jugoso y bien equilibrado.
Consejos para distribuir la salsa entre las capas de pasta
- Usa un cucharón para verter la bechamel sobre cada capa de pasta.
- Extiéndela con el dorso de la cuchara o una espátula para asegurarte de que cubra toda la superficie.
- Alterna con la salsa de carne o vegetales para lograr un equilibrio de sabores.
Cómo lograr una lasaña cremosa y bien equilibrada
- No sobrecargues la lasaña con demasiada bechamel, ya que puede opacar los otros ingredientes.
- Asegúrate de que la última capa de la lasaña tenga una capa generosa de bechamel y queso rallado para un gratinado perfecto.
- Hornea la lasaña a temperatura moderada para que la salsa se integre bien con los demás ingredientes sin secarse demasiado.
Siguiendo estos pasos, obtendrás una salsa bechamel cremosa, sin grumos y con la textura ideal para tu lasaña. Lo mejor de todo es que, una vez que dominas esta técnica, puedes usar la bechamel en muchas otras recetas.
Consejos para una Salsa Bechamel Perfecta
Lograr una bechamel cremosa, sin grumos y con el equilibrio perfecto de sabor puede parecer complicado, pero con los trucos adecuados, es más fácil de lo que imaginas. Aquí te comparto algunos consejos esenciales para que tu salsa bechamel quede impecable en cada preparación.
Cómo evitar grumos
Los grumos son el problema más común al hacer bechamel, pero hay formas sencillas de prevenirlos:
- Usa un batidor de mano: Remueve constantemente mientras agregas la leche para que se integre sin dejar grumos.
- Añade la leche caliente: Si la leche está fría, la diferencia de temperatura con el roux puede provocar una textura irregular.
- Incorpora la leche poco a poco: No viertas todo el líquido de golpe. Agrega en pequeñas cantidades y mezcla bien antes de añadir más.
- Tamiza la harina antes de agregarla: Esto evita que se formen grumos al combinarla con la mantequilla.
- Si la salsa tiene grumos, pásala por un colador: Esto solucionará el problema sin afectar la textura final.
Qué hacer si la salsa se corta
Si notas que la bechamel ha empezado a separarse o tiene una textura granulosa, sigue estos pasos para salvarla:
- Bate vigorosamente con un batidor de mano para reincorporar los ingredientes.
- Añade un poco de leche caliente y sigue batiendo hasta que la mezcla vuelva a ser homogénea.
- Si el problema persiste, usa una batidora de mano para emulsionar la salsa y recuperar su textura cremosa.
Ajustes según el tipo de leche utilizada
La leche entera es la opción más recomendada para una bechamel con cuerpo, pero puedes adaptar la receta según tus necesidades:
- Leche desnatada: La salsa quedará más ligera, pero menos cremosa. Puedes añadir una cucharadita de mantequilla extra para compensarlo.
- Leche vegetal: Leches como la de almendras o avena pueden usarse, pero cambiarán ligeramente el sabor y la textura. Es mejor optar por versiones sin azúcar y sin sabores añadidos.
- Leche sin lactosa: Funciona igual que la leche entera y no afecta la consistencia de la bechamel.
Cómo Almacenar y Recalentar la Salsa Bechamel
Si has preparado más bechamel de la que necesitas, no te preocupes. Puedes guardarla y reutilizarla más adelante sin perder su textura y sabor.
A Temperatura Ambiente
- La bechamel puede permanecer a temperatura ambiente hasta 30 minutos sin problemas.
- Si no la usas de inmediato, cúbrela con film transparente tocando la superficie para evitar que se forme una costra.
En el Refrigerador
Si necesitas conservar la bechamel por más tiempo:
- Déjala enfriar a temperatura ambiente antes de guardarla.
- Ponla en un recipiente hermético y refrigérala por hasta 3 días.
- Para recalentar, caliéntala a fuego bajo y remueve constantemente. Si se ha espesado demasiado, añade un poco de leche caliente para devolverle su textura.
En el Congelador
Aunque muchas personas creen que la bechamel no se puede congelar, lo cierto es que sí, pero con ciertas precauciones:
- Método para congelar sin alterar la textura:
- Déjala enfriar completamente.
- Guárdala en un recipiente hermético o en una bolsa para congelar.
- Etiqueta con la fecha, ya que puede mantenerse en el congelador hasta 3 meses.
- Cómo descongelar y recuperar la cremosidad:
- Descongela en el refrigerador durante varias horas o toda la noche.
- Calienta a fuego bajo, removiendo constantemente.
- Si notas que la salsa está un poco granulosa, usa una batidora de mano para recuperar su textura.
Preguntas Frecuentes (FAQs)
¿Se puede hacer bechamel sin mantequilla?
Sí, puedes sustituir la mantequilla por aceite de oliva o margarina. Si usas aceite de oliva, la salsa tendrá un sabor más intenso, ideal para platos mediterráneos.
¿Por qué mi bechamel tiene grumos?
Los grumos aparecen cuando la harina no se ha integrado bien con la mantequilla antes de agregar la leche o cuando se añade el líquido demasiado rápido. Para solucionarlo, bate con energía y, si es necesario, cuela la salsa antes de servir.
¿Se puede hacer la salsa con leche vegetal?
Sí, aunque el resultado varía según el tipo de leche. La leche de almendras o de avena sin azúcar son opciones recomendadas, pero pueden alterar ligeramente la textura y el sabor de la salsa.
¿Cómo espesar la salsa si queda muy líquida?
Si la bechamel no ha espesado lo suficiente, prueba estos trucos:
- Cocínala a fuego bajo unos minutos más, removiendo constantemente.
- Si sigue muy líquida, disuelve una cucharadita extra de harina en un poco de leche fría y agrégala a la salsa, removiendo bien para evitar grumos.
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Salsa Bechamel para Lasaña – Receta Clásica y Cremosa
- Tiempo Total: 15 minutos
- Producir: Para una lasaña grande (6-8 porciones)
Descripción
La salsa bechamel es una de las salsas más versátiles de la cocina, perfecta para lasañas, gratinados y croquetas. Su textura cremosa y su sabor suave hacen que cada bocado sea irresistible.
Ingredientes
- 50 g de mantequilla
- 50 g de harina de trigo
- 500 ml de leche entera
- Sal al gusto
- Pimienta blanca al gusto
- Una pizca de nuez moscada rallada (opcional)
Instrucciones
- Derretir la mantequilla en una cacerola mediana a fuego medio.
- Añadir la harina y mezclar bien para formar un roux. Cocinar 1-2 minutos sin que se dore.
- Incorporar la leche poco a poco, removiendo constantemente para evitar grumos.
- Cocinar la salsa a fuego medio hasta que espese (5-7 minutos).
- Sazonar con sal, pimienta blanca y nuez moscada. Mezclar y cocinar 1 minuto más.
- Usar inmediatamente en lasaña o conservar siguiendo las indicaciones adecuadas.
Notas
- Si la salsa queda muy espesa, agregar más leche caliente y batir bien.
- Para evitar grumos, batir constantemente y agregar la leche en pequeñas cantidades.
- Puede sustituirse la mantequilla por aceite de oliva para una versión sin lácteos.
- Tiempo de preparación: 5 minutos
- Hora de cocinar: 10 minutos
- Category: Salsas
- Method: Cocción en cacerola
- Cocina: Francesa, Italiana
Nutrición
- Calorias: 120 kcal
- Azúcar: 4 g
- Sodio: 150 mg
- Fat: 8 g
- Carbohidratos: 9 g
- Fiber: 0 g
- Proteína: 3 g
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